Existe una gran variedad de cervezas que aportan aromas y sabores muy diferentes que deben compaginarse con la textura y sabores que ofrece el queso, debemos conseguir el equilibrio, que ninguno de los sabores sea solapado.

A diferencia del vino la cerveza es menos acida y permite disfrutar más del sabor del queso.

Por otro lado, el queso resalta las virtudes de la cerveza cosa que no ocurre con el vino.

Por ello podemos decir que el queso y la cerveza son aliados perfectos.

En grandes rasgos podemos dar unas indicaciones de buen maridaje. Quesos con alto nivel de grasa maridan con cerveza de alta graduación. Quesos con bajo nivel de grasa maridan con cerveza de baja graduación.

Una vez dicho esto vamos a ponernos manos a la obra, para ofrecer a nuestros invitados un maridaje perfecto.

Pensemos en un Brie ligeramente pasado por la plancha, con una cerveza con sabores frutales harán una muy bien cerveza tipo Hefeweizen

El Manchego joven se acompaña de maravilla con una Helles o con una Pilsner checa, uno semicurado marida bien con una Pale Ale británica o una IPA inglesa y uno maduro podría jugar con la frutalidad y la acidez de una Gueuze belga.

Un queso de cabra natural, maridará perfecto con una buena Weissbier o una Witbier; pero también pensemos en un queso de cabra a las finas hierbas con las mismas cervezas, glorioso.