Dale una nueva vida a los tapones de tus vinos preferidos

Los corchos de las botellas de vino tienen como principal función contener el líquido dentro del recipiente. También será el encargado de evitar que el oxígeno estropee el caldo. Y, por supuesto, evita que las bacterias y el moho se introduzcan en la botella, alargando y manteniendo la vida útil de los vinos. Pero una vez cumplida esa misión, podemos darle una segunda oportunidad en nuestros hogares. Si eres un amante del vino y eres un poco manitas, esta manualidad te va a encantar. Para llevarla a cabo necesitarás los siguientes elementos:

-          Una lámina de corcho

-          Tapones de corcho*

-          Un portavelas de cristal

-          Pegamento

-          Lazo o cinta del color que prefieras

-          Una vela

-          Lápiz

-          Regla

-          Compás

-          Tijeras

*La cantidad de tapones que vayas a necesitar dependerá del tamaño del portavelas.

Lo primero que debemos hacer para comenzar a dar forma a nuestro portavelas es colocar el recipiente en el centro de la lámina de corcho. Después, colocaremos dos corchos para marcar el diámetro de la base del portavelas. Una vez lo tengamos marcado, tomaremos el lápiz, la regla y el compás. Con ellos, nos ayudaremos para dibujar el círculo de la base en la placa de corcho. Después cortaremos la circunferencia con las tijeras y pegaremos el resto de corchos próximos a los bordes. Para finalizar, fijaremos el lazo alrededor de los corchos y pondremos la vela en su lugar.

También puedes hacer el portavelas con diferentes formas y tamaños. E incluso, puedes aprovechar incluso la botella a modo de candelabro. Solo tienes que sustituir el portavelas por la botella y buscar una vela que quede bien sujeta en el cuello de la botella.

Pero para aquellas personas que posean grandes habilidades en el arte del “Do it yourself”, existe una opción más. Para el nivel avanzado de esta manualidad necesitaremos una radial con disco de diamante. Con esta herramienta de corte, y mucho cuidado, cortaremos la botella por la mitad. De esta manera, quedarán separados el cuello de la parte baja del recipiente. La parte baja, que quedará con forma de vaso, la podemos utilizar como portavelas. Mientras que la parte del cuello, como decíamos, puede usarse a modo de candelabro.

¿Quieres seguir personalizando este diseño? Pues bien, toma nota. Con una broca de diamante, o con una fresa de diamante, podremos tallar o agujerear el cristal con el patrón que más nos guste para terminar de dar nuestro toque.

Los modelos, diseños y formas solo están limitados a lo que tu imaginación pueda llegar a alcanzar. Además, esta es una genial excusa para hacer un gran pedido de nuestros vinos a través de nuestra tienda online. Después de disfrutarlos, no te faltará material para esta manualidad.