¿Cuál es la diferencia entre las uvas verdes y moradas?
Desde el punto de vista dietético las uvas blancas contienen mayores concentraciones de azúcares que las dotan de más calorías que a las moradas. Este es el motivo por el que mucha gente se decanta más por las verdes, ya que son más agradables al paladar, pero no mejores para la línea.
El otoño es una época importante ya que es donde aparecen las uvas, una fruta importante que podemos encontrar en dos modalidades, negra y blanca. Como todos sabemos las uvas son la materia prima de donde se obtiene el vino que tan bueno es para la salud. Concretamente existe una variedad de uva, que es la morada imprescindible para nuestra salud por sus cualidades antioxidantes. Pero no solo esto es lo que nos aporta, sino que nos brinda infinidad de beneficios que no podemos pasar por alto al igual que las uvas blancas. A esto debemos sumarle su buen sabor, que las convierte en el postre ideal para esta época del año a pesar de las diferencias que existen entre ambas clases de uvas. Octubre es el mes en el que esta fruta está en su mayor apogeo de madurez, aunque habitualmente disfrutamos todo el año de diversas variedades de uvas de mesa que hacen las delicias de nuestro paladar a la vez que nos ayudan a cuidarnos por diferentes razones.
Aportes de las uvas negras y blancas
A la hora de elegir una variedad de uvas para comer es aconsejable decantarnos por las uvas negras, ya que su pigmentación le dota de un mayor número de nutrientes fundamentales, pero la blanca es también muy recomendable, y por ello es importante que sepamos los beneficios y los inconvenientes de cada una de ellas. Las uvas son una buena fuente de minerales, concretamente del potasio y del magnesio. En el caso de las uvas negras su concentración del potasio es elevada, ayudándonos a regular el organismo y mantener unos buenos niveles de líquidos. En cambio la variedad blanca nos aporta más cantidad de magnesio que la morada, imprescindible para mantener un correcto equilibrio orgánico, ya que es un mineral presente en infinidad de actividades corporales. El aporte vitamínico es prácticamente idéntico en ambas variedades de uva, lo único que las diferencia es el ácido fólico o vitaminas del grupo B, ya que las uvas negras las contienen en mayor cantidad. Se trata de un nutriente imprescindible para la vida humana, ya que está presente en infinidad de procesos como la formación y mantenimiento del cerebro, tejidos, piel, buen funcionamiento de los diferentes órganos... No debemos pasar por alto el gran poder antioxidante de las uvas, aunque la variedad morada es más destacable, ya que su color le confiere unas concentraciones mayores de esta sustancia. Concretamente es reseñable su alto aporte de taninos y polifenoles presentes tanto el fruto como en los derivados del mismo como el vino y los diferentes concentrados. Estas sustancias nos ayudarán a proteger las células y evitar el envejecimiento prematuro de las mismas, derivado de los ataques de los radicales libres. Desde el punto de vista dietético las uvas blancas contienen mayores concentraciones de azúcares que las dotan de más calorías que a las moradas. Hay destacar de ambas variedades el gran aporte de fibra que nos van a brindar necesario para mantener un perfecto tránsito intestinal y conseguir un buen equilibrio corporal.
¿Se puede hacer vino blanco con uvas negras?
El vino tinto es exclusivo de las uvas negras, pero el blanco puede elaborarse tanto con uvas blancas como negras. La tinta o materia colorante se encuentra en la piel y las pepitas de la uva, por lo tanto, el vino blanco resulta de la fermentación del mosto sin estar en contacto con dichas partes sólidas de la uva. En el vino blanco, la parte leñosa del racimo se prensa junto a las uvas; si se elabora el vino blanco sin la parte leñosa del racimo se denomina 'blanc de blancs'. Con alguna rara excepción se puede decir que todas las uvas tienen su pulpa blanca y por ello con cualquier uva se puede elaborar un vino blanco. Si estrujáramos una uva tinta y separáramos rápidamente los hollejos del mosto resultante, no habría color alguno en el mosto y podríamos vinificar un vino blanco. El color depende de los pigmentos derivados de los polifenoles y taninos que se encuentran en la piel de la uva y del tiempo que los hollejos estén en contacto con el mosto. De hecho, una de las principales diferencias entre el proceso de vinificación de un tinto y de un blanco es que la fermentación y maceración de un tinto se realiza en presencia de los hollejos, para que estos confieran y traspasen toda su materia colorante.
¿Qué tipo de uva se utiliza para el vino blanco?
Son estas uvas las que más se usan en los países del nuevo mundo:
- Cabernet Sauvignon (Burdeos),
- Pinot Noir (Borgoña),
- Chardonnay (blancos de Borgoña),
- Merlot (tintos de Burdeos de la zona de Saint Emilion),
- Syrah (Valle del Ródano)
El tema de las variedades está sujeto a modas... Todo un mundo que descubrir.
¿Cuál es la uva para hacer vino?
Variedades de uva para vinos tintos en España
- Cabernet Sauvignon. Es la variedad más internacional, cultivada en casi todas las zonas donde se elabora vino tinto. ...
- Merlot. Se cultiva principalmente en Cataluña, Navarra, Ribera del Duero, Huesca, Alicante y Murcia. ...
- Pinot noir. Se cultiva principalmente en Cataluña. ...
- Syrah.
¿Qué diferencia hay entre el vino tinto y el blanco?
El proceso que conlleva realizar el vino blanco es casi similar del vino tinto, la diferencia es desde la uva- es color blanca- se separa la piel y se fermenta únicamente el mosto. La temperatura de fermentación varía entre los 13ºC a 15ºC.
¿Qué es el vino blanco y seco?
El vino seco es también conocido como vino de mesa y se denomina de esta manera porque, al contrario de los vinos dulces, tiene muy poca o nula cantidad de azúcar. ... Los tipos de vinos tintos secos son el Pinot Noir, Cabert Sauvignon y Merlot, y en blancos podemos encontrar el Sauvignon Blanc y Chardonnay.
¿Cuál es la diferencia entre un vino seco y semiseco?
- Vinos secos: Son aquellos que contienen 5 gramos/litro azúcares.
- Vinos semi-secos: Son aquellos que contienen 5-15 g/l azúcares.
- Vinos abocados: Son aquellos que contienen 15-30 g/l azúcares.
- Vinos semi-dulces: Son aquellos que contienen 30-50 g/l azúcares.